En España se roban cada año unos 135.000 vehículos al año, esto supone que cada 4 minutos un vehículo es robado en nuestro país. De estas alarmantes cifras un 80% se corresponde a robos de turismos mientras que sólo un 20% se corresponde al robo de furgonetas y vehículos comerciales.
Los modelos de coche más codiciados por los ladrones son el Seat Ibiza, el Seat León, el Volkswagen Golf, el BMW Serie 3 y el Citroën Xsara, por lo que recomendamos tener especial cuidado a los propietarios de vehículos de estos modelos.
Territorialmente, la Comunidad con mayor índice de robo de vehículos es Madrid, seguida por Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana. Entre las ciudades con mayor incidencia de este tipo de delitos están Parla, Fuenlabrada, Sevilla y Dos Hermanas.
Durante la crisis del Covid-19 y los confinamientos domiciliarios y perimetrales, en términos globales, ha descendido la criminalidad. Sin embargo, el robo de vehículos, junto con los robos en segundas residencias y la ocupación, se han incrementado notablemente.
Además del robo de vehículos muchos hemos sufrido el robo de piezas de nuestro coche, bien como un acto vandálico o para su reventa.
Los catalizadores de los coches son elementos propensos a sufrir robos, ya que en su interior contienen metales altamente valiosos como son el platino, el paladio y el rodio. Estas piezas suelen ser sustraídas por bandas especializadas, que eligen aparcamientos con muchos coches pero poco transitados, como pueden ser los de las estaciones de tren o autobús, para perpetuar muchos robos en una misma noche y que así resulte rentable.
Otro de los elementos más frecuentemente robados en los coches son las baterías, ya que contienen plomo, un valioso material que se paga a casi un euro el kilo. Las baterías robadas son vendidas a chatarrerías no autorizadas para su fundición.
Para robar las baterías los ladrones frecuentemente fuerzan la puerta del copiloto para acceder al coche, abren el capó y arrancan la batería, aunque en algunos modelos como en los Citröen C5 ni siquiera hace falta abrir el coche para acceder al capó.
De manera más puntual, y como acto próximo al vandalismo, otros elementos comúnmente sustraídos de los coches son emblemas, antenas de radio, limpiaparabrisas y espejos retrovisores, en estos casos puede que el daño que el ladrón cause en el vehículo exceda al precio del elemento en sí.