Todas las comunidades de vecinos, como cualquier edificio, están sometidas a un elevado riesgo de infestación de plagas por el atractivo que supone como fuente de alimentos, accesos y refugio. Claro está que las plagas más frecuentes son las cucarachas negras y roedores en zonas comunes, cucarachas rubias en viviendas… pero también pueden ser de cualquier otro tipo como termitas, aves, avispas, mosquitos, procesionarias del pino o últimamente está incidiendo mucho la problemática de chinches.
En el caso de cucaracha negra y roedores acceden a viviendas y edificios siguiendo las conexiones de éstos con el subsuelo (cañerías de aguas residuales, agua sanitaria, conducciones eléctricas…) así como por cualquier grieta o fisura en el suelo siendo los cuartos técnicos, garajes, cámaras bajo edificio entre otras las zonas más conflictivas. Sin embargo, las cucarachas rubias, habituales en cocinas y baños, acceden a las instalaciones junto con las mercancías de alimentación y pueden pasar desapercibidas durante meses mientras se reproducen al igual que las chinches, accediendo por los equipajes y siendo habituales en dormitorios.
El riesgo de acceso y refugio de cucarachas y roedores es directamente proporcional a la cantidad de productos almacenados y sus accesos, es decir, a mayor movimiento y cantidad de mercancías mayor riesgo de infestación. Por ello, es necesario el saneamiento y sellado de las conducciones con el subsuelo como pasos de tuberías de agua sanitaria, de bajantes y sumideros, así como de conducciones eléctricas y de telefonía, además de la realización de tratamientos de eliminación y prevención realizada por profesionales, ya que es la única manera de evitar las condiciones que favorecen su entrada, anidamiento, proliferación y diseminación. Las inspecciones visuales de los técnicos (normalmente cada dos o tres meses) permiten conocer la existencia o no de plagas y realizar un adecuado programa de actuación en caso necesario (por cada cucaracha que sale a la luz en las viviendas, hay más de 200 escondidas, ya que su reproducción es muy rápida). Además la mayoría de las plagas, en muchas ocasiones, sólo son detectadas por los especialistas no siendo visibles por los vecinos hasta que la actividad de la misma ya está descontrolada.
En la actualidad, existen Programas de Actuación de Gestión de Plagas que engloban los procesos de prevención y/ o control necesarios para conseguir las condiciones sanitario-ambientales adecuadas para evitar la proliferación, minimizando los riesgos para la salud y el medio ambiente con el objetivo de controlar y mantener las instalaciones libres de insectos y roedores.
Las empresas especializadas en control de plagas, pueden acabar con cualquier plaga que acceda a las instalaciones, pero no pueden impedir su entrada, por lo que es necesario que exista una estrecha colaboración con los usuarios a fin de mantener las instalaciones en un estado óptimo en cuanto a deficiencias.
No sólo es importante un perfecto conocimiento de los productos biocidas utilizados en el control de plagas, también en la aplicación técnica de los mismos y conocimiento biológico de plagas con una atención directa e inmediata.
En conclusión, el motivo por el que las plagas son tan comunes en las comunidades de propietarios es debido a que preferimos actuar cuando el problema ya está presente y no realizar tratamientos preventivos consiguiendo una adecuada gestión de plagas, asegurando un ambiente limpio y sano, libre de insectos y roedores transmisores de virus y bacterias que pueden suponer una amenaza a la salud pública y un peligro para el bienestar y salud de los vecinos.