En Prevent nos preocupamos mucho por la seguridad de las comunidades de vecinos. Y es que una comunidad segura es sinónimo de vecinos tranquilos, felices y con un buen entorno.
Por eso ya hemos hablado en otras ocasiones sobre los robos en domicilios e incluso sobre la ocupación. Sin embargo, hemos recibido muchas dudas al respecto a través de nuestros canales de comunicación y nos hemos dado cuenta de que el vandalismo en la Comunidad de Vecinos es lo que más preguntas genera.
¿Sabes qué es exactamente un acto vandálico y qué no lo es (por mucho que algo te moleste)? Tener esto claro es muy importante de cara a saber cómo darle respuesta a cada situación.
¿Qué es el vandalismo?
En términos legales el vandalismo incluye una gran variedad de actos delictivos de diferentes tipos. Aunque todos ellos se pueden resumir en una sola definición: aquellos actos destinados única y exclusivamente a destruir, alterar o profanar los bienes que pertenece a otra persona.
Una manera sencilla de entenderlo es fijándonos en los grafitis. Si alguien realiza uno sin permiso en la pared de un edificio, claramente es vandalismo. Ya que está alterando y estropeando la pared de un espacio que no es suyo. Sin embargo, cuando este arte callejero se realiza con consentimiento y en espacios destinados a tal fin no se puede considerar vandalismo.
Por lo tanto, una de las claves es tener claro que los actos vandálicos son aquellos que se realizan en espacios ajenos sin consentimiento y para estropearlos, romperlos, destrozarlos, etc.
Ejemplos de actos vandálicos en una Comunidad de Vecinos
- Daños físicos: En puertas o ventanas u otros elementos comunes. Pueden ser en espacios exteriores, pero también se considera acto vandálico en todo aquello situado en el rellano, la entrada, los pasillos o las zonas comunes.
- Mal uso del mobiliario: Lo que produce roturas, desperfectos graves… No se incluyen aquí los desgastes por el uso. Por ejemplo si en una zona común hay un sofá y con el paso del tiempo el asiento y el respaldo están desgastados entra dentro de lo normal. ¿Un día aparece roto por la mitad? Es vandalismo.
- Desperfectos en paredes: Sí, aquí es donde entran los grafitis no deseados. Pero también cualquier otro desperfecto que estropee la estética del edificio o incluso afecte a la estructura del edificio.
- Rotura de elementos: De bombillas, buzones o similar. Si sustituir estos elementos por otros nos va a suponer un gasto claramente es un acto vandálico.
¿En qué afecta el vandalismo a una comunidad? ¿Cómo frenarlo?
Obviamente la ley tiene muy en cuenta el vandalismo en cualquier otro ámbito. Por lo tanto, existen leyes estatales destinadas a cubrir estas situaciones, a las que se refieren como “daños delictivos”, “transgresión maliciosa”, “conducta maliciosa” y otros términos similares.
En función del valor de los daños materiales el vandalismo puede tipificarse como un delito menor o un delito grave.
Las sanciones suelen incluir multas, penas de prisión en la cárcel o ambos. Además a una persona culpable de vandalismo se le ordena con frecuencia lavar, reparar o reemplazar los bienes dañados (conocido como “restitución”).
Si el acto vandálico lo han realizado menores de edad, uno de sus padres o tutores legales será el responsable de pagar las multas resultantes de las malas conductas del menor debido a la responsabilidad parental.
Por tanto, ante el vandalismo en una Comunidad de Vecinos es importante acudir rápidamente a la policía para que pueda tomar cartas en el asunto.
¿Qué NO es vandalismo en una Comunidad de Vecinos?
A pesar de que a menudo los vecinos nos pueden molestar, o incluso los visitantes u otras personas que acudan a la comunidad en momentos puntuales, no todo es vandalismo y se puede tratar como tal.
Hay diferentes situaciones en las que nos podemos encontrar contrariados por la actitud de otros, y sin embargo estas no son actos vandálicos:
- Excesivo ruido en la comunidad: Por obras, reuniones u otras situaciones. Sí que existen limites del ruido por horas y decibelios, pero supearlo no es vandalismo.
- Notas o carteles agresivos en zonas comunes: Puede no ser la mejor manera de comunicarse, pero desde luego no es un acto vandálico.
- Residuos lanzados por la ventana o arrojados a alguna zona de la comunidad: Es una actitud negativa, pero no es vandalismo. Recuerda que para considerarlo como tal se debe dañar la propiedad de un tercero. Un vecino manchando las zonas comunes no cumple ese requisito.
Lo ideal es vivir en una Comunidad de Propietarios con buen ambiente y buenas relaciones entre vecinos. Creemos firmemente que es la clave para tener una comunidad más segura. Pero obviamente no siempre es así. Por eso es mejor estar bien informados del vandalismo, para saber cuándo se debe actuar y cómo.
Todo ello sin olvidar que contar con medidas de seguridad en la comunidad es sinónimo de tranquilidad.