Se acerca Halloween, y en esta época del año triunfan las películas y las historias de terror, pero las que más miedo nos dan no son las que contienen altas dosis de fantasía, seres mitológicos y sucesos paranormales, sino las que pueden sucedernos en la vida real.
Para sentirnos protegidos en nuestro hogar necesitamos encontrarnos en un entorno tranquilo, y cuando en nuestro edificio tenemos que convivir con vecinos conflictivos, frecuentes robos, o actividades delictivas en alguna de las viviendas, será imposible que disfrutemos del confort y seguridad que deberíamos tener nuestra vivienda.
Por eso, aunque no conviene pasar tiempo imaginando los peores escenarios posibles, nunca está de más ser previsores y conocer algunas de las situaciones que pueden darse en nuestra Comunidad de Vecinos, así como soluciones para atajarlas:
1.- Vecinos extremadamente conflictivos:
En todas las Comunidades existen algunos roces debido a la convivencia, y el desencuentro entre los distintos propietarios sobre algunas cuestiones como los ruidos, las mascotas, el uso de las zonas comunes.
Sin embargo, en esta ocasión estamos hablando de situaciones que van más allá, en las que uno o más vecinos hostigan de manera continuada a otras personas que viven en la misma Comunidad de Propietarios. Existe una palabra específica para nombrar estas situaciones, blocking o acoso vecinal, y está contemplado como delito desde 2015 en el código penal.
Puede parecer que estas situaciones fueran inusuales, sin embargo, en los últimos años estos delitos han aumentado en un 10%. También es importante destacar su gravedad. Quien sufre blocking puede sufrir secuelas psicológicas como baja autoestima, depresión, ansiedad, insomnio…
Algunas de las noticias más escalofriantes ocurridas durante este año sobre acoso vecinal:
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En el Barrio de Las Águilas, en el Distrito de La Latina, los vecinos deben esquivar excrementos mientras andan por la calle, ya que un vecino con problemas psicológicos o rencillas personales se dedica a lanzar bolsas llenas de heces desde la fachada de uno de los bloques.
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En Carabanchel, la Policía Nacional tuvo que intervenir ante las amenazas continuadas que sufrían los vecinos por parte de un individuo que en ocasiones les intimidaba con un machete y en otras un perro peligroso. El arrestado es reincidente y ya contaba con una orden de alejamiento de cinco vecinos del mismo bloque.
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Este conflicto vecinal en Málaga comenzó de una manera muy cotidiana, cuando la víctima solicitó permiso a su vecino para retirar unos objetos que le obstaculizaban el paso al ascensor. Sin embargo, éste se dedicó a insultarlo y amenazarlo de muerte, tanto a él como a su esposa. Este vecino conflictivo poseía una escopeta y munición, así como un machete y dos navajas, que le fueron incautadas cuando fue puesto a disposición judicial.
Si sufrimos o conocemos algún caso de blocking en nuestra comunidad, debemos guardar y recoger el mayor número de pruebas posibles para denunciar.
También es importante contar con el apoyo de la Comunidad de Propietarios, que podrá emitir una denuncia de manera conjunta.
2.- Sufrir un robo en tu domicilio estando en casa:
Normalmente antes de cometer un robo en un domicilio los ladrones se aseguran de que los propietarios no estén en casa, para ello, pasan días vigilando su objetivo e incluso utilizan marcas o testigos en las puertas para comprobar que no haya nadie.
Sin embargo, aunque sea improbable, sufrir un robo en nuestra vivienda estando dentro es un miedo que muchos tenemos, ya que la situación puede volverse muy peligrosa si el robo se frustra o se mantiene algún enfrentamiento con los ladrones, además incluso en el caso de que saliéramos ilesos, ver vulnerada la seguridad de nuestro hogar puede acarrear graves consecuencias psicológicas como estrés post traumático, depresión o ansiedad.
Algunos consejos de seguridad para evitar robos estando en casa son:
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Cierra la puerta con llave cuando vayas a dormir: Contar con una puerta blindada y una cerradura de seguridad es importante, pero de nada servirá si cerramos sin utilizar la llave, ya que los ladrones conocen técnicas para abrir puertas cerradas “de portazo” en escasos minutos. Cuando cerremos la puerta con llave para ir a dormir, debemos asegurarnos de que ésta no se quede en la cerradura, o será fácil abrir la puerta mediante un imán
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Protege otros accesos a la vivienda como las ventanas: Si vives en un bajo o en una planta baja, puedes considerar proteger el acceso a tu vivienda con barrotes en las ventanas, si vives en un ático o última planta, los ladrones podrían acceder a tu vivienda a través de la azotea por lo que es aconsejable contar con ventanas con cierre de seguridad.
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No dejes objetos de valor a la vista: No dejes objetos de gran valor en la terraza o el jardín de tu vivienda, tampoco es buena idea publicar fotos en las que salgan tus propiedades más valiosas en redes sociales ya que esto podría ser un reclamo para los ladrones.
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Utiliza sistemas de seguridad: Contar con una alarma anti-intrusión en la vivienda es un método de disuasión para los ladrones. Algunas alarmas tienen código silencioso, para que, si el ladrón te coacciona para desactivar la alarma, puedas introducirlo desactivando la señal de alerta sonora, pero enviando un mensaje a la Central Receptora de alarma.
Si vives en una zona especialmente conflictiva o donde los robos en viviendas son frecuentes, a veces no será suficiente con proteger nuestra vivienda, y deberemos tomar medidas de seguridad colectivas con nuestros vecinos, como cámaras de videovigilancia en las zonas comunes de nuestro edificio o un sistema de control de accesos que impida la entrada de intrusos a nuestra comunidad.
3.- Compartir el edificio con Okupas:
Aunque la ocupación ilegal de una vivienda sea un delito contra el propietario del inmueble, en ocasiones, cuando esta vivienda pertenece a un gran propietario, una promoción inmobiliaria o a una entidad bancaria, los principales damnificados serán los vecinos.
En estos casos quienes vivan puerta con puerta con los okupas son los que más sufrirán las consecuencias de estos delitos ante la pasividad del propietario, con quien a veces será difícil contactar para informarle de lo que ocurre en su vivienda.
Algunos okupas son familias con escasos recursos que no pueden afrontar los gastos del alquiler o la hipoteca, y simplemente permanecen en la vivienda de manera ilícita. Este perfil de okupas no suele causar problemas con la Comunidad.
Sin embargo, la mayoría de los okupas pertenecen a organizaciones criminales, que se pretenden lucrar subarrendando esos pisos o utilizándolos para actividades ilegales como tráfico de drogas o prostitución.
Este tipo de okupas han creado una gran alarma social, ya que suelen traer consigo problemas como enganches ilegales en la Comunidad, ruidos, actitudes incívicas, destrozos en zonas comunes y amenazas o agresiones a otros propietarios, contribuyendo al malestar de los vecinos y el aumento de peligrosidad y delincuencia en los barrios.
Algunas terroríficas noticias sobre vecinos que conviven con okupas son:
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Vecinos de Carabanchel denuncian que conviven con un narcopiso que lleva operando más de nueve años, el portal y el patio de este bloque están en condiciones lamentables, cristales rotos, pintadas, zonas quemadas. Los vecinos se quejan de la violencia, los ruidos y los robos que sufren frecuentemente.
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En la zona residencial de Orusco de Tajuña, los enganches ilegales que los okupas realizaron a los contadores de luz fueron los causantes de un incendio, los vecinos también reportan el miedo que sienten cada vez que salen de casa.
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En Las Rozas, los okupas de un chalé propiedad de una promotora que entró en quiebra están causando graves problemas de convivencia a los vecinos con fiestas que duran varios días, perros que no dejan de ladrar y amenazas de muerte a varios vecinos. Estos vecinos temen ir de vacaciones por miedo a que sus viviendas también sean okupadas.
Para hacer frente a estas situaciones es esencial la unidad vecinal, la comunidad de Propietarios no podrá ser quien denuncie la usurpación del inmueble, pero sí podrán denunciar a los okupas por daños en las zonas comunes o por actividades molestas, nocivas, ilícitas o insalubres si resienten la convivencia en el edificio.
La colaboración de los vecinos también será clave a la hora de evitar que se produzca la ocupación, alertando si en las viviendas vacías aparecieran marcas o surgieran indicios de que son objetivo para los delincuentes, y dificultando la entrada de los intrusos en la Comunidad mediante un sistema de Control de Accesos.