En nuestros balances del año pasado, por lo general, destacamos la difícil situación que hemos vivido a causa de la pandemia provocada por el Covid-19.
Lamentamos los fallecidos, enfermos graves y personas con secuelas que ha dejado esta enfermedad. Además, no nos olvidamos de la crisis económica que ha traído esta situación, y el tiempo que no hemos podido disfrutar de nuestra familia, amigos y seres queridos, para evitar contagios.
Sin embargo, también hay un lado positivo. Casi todo el mundo ha podido percibir en esta situación la solidaridad vecinal, que nos ha acercado a quienes viven puerta con puerta, y nos ha hecho las cosas más fáciles en distintos ámbitos.
Éstos son algunos de los ejes en torno a los que se han organizado espontáneamente las personas para ayudar a sus vecinos:
1.- Apoyo en las Comunidades mediante cadenas de favores:
En muchas Comunidades de Vecinos, algunos de los residentes han tomado la iniciativa de ofrecer ayuda a los vecinos más vulnerables frente al Covid-19. Ayudan a quienes por ser de edad avanzada o tener patologías previas debían tomar precauciones extra para evitar los contagios. O a aquellos que no podían salir del domicilio por ser positivos o haber tenido algún contacto estrecho con un positivo.
En los portales, ascensores o tablones de anuncios de muchas comunidades de vecinos se colgaron carteles en los que, indicando sus nombres y pisos, algunos vecinos se ofrecían a hacer recados como ir al supermercado, a la farmacia, o a pasear al perro. De esta manera ayudaban a aquellos vecinos que no podían salir de casa.
Para fomentar estas actitudes el Ayuntamiento de Madrid lanzó una campaña con el lema “Es el momento de la solidaridad vecinal”, y puso a disposición de los vecinos estos carteles, para que supieran cómo ofrecer su ayuda.
En Prevent también realizamos nuestra propia campaña de solidaridad vecinal, recordando a los usuarios las posibilidades de nuestro tablón de anuncios digital Komunicae. En nuestra campaña explicábamos cómo podían tender una mano a sus vecinos con este vídeo:
2.- Solidaridad vecinal con quienes se han visto privados de ingresos:
La pandemia provocada por el Covid-19 también ha afectado a nuestra economía. Durante los primeros meses se produjo el cese de todas las actividades no esenciales y actualmente continúa habiendo restricciones en muchos sectores, por lo que muchas familias se han visto privadas de su fuente de ingresos y han tenido serios problemas para salir adelante.
Por ello se han realizado varias campañas para la recogida de alimentos, juguetes, y otros productos.
En el Barrio del Pilar, la Asociación de Comerciantes, entrega a domicilio cajas de comida, que previamente han aportado vecinos del barrio o diferentes comercios, entre la gente necesitada. Muchas de las personas que precisan estas ayudas se encuentran en situación de ERTE con una falta de liquidez por no haberlo cobrado aún.
Otras asociaciones vecinales, como la asociación vecinal de Lucero, se han volcado en estas fiestas con recogidas de juguetes para las familias más desfavorecidas. Además, han repartido raciones individuales de comida preparada, para ayudar a las familias a sacar adelante el menú en estas fiestas tan especiales.
También, algunos comerciantes locales, a iniciativa propia, han procurado que sus vecinos más pequeños tengan algún regalo por estas fechas. Es el caso de Vanesa, propietaria de una papelería, quien elaboró paquetes de regalos con pinturas, recortables y juegos de colorear para niños de familias vecinas con escasos recursos.
3.- Todos protegidos, ningún vecino sin mascarilla:
En los primeros momentos de la pandemia, antes de que el uso de la mascarilla fuera obligatorio, se limitaran sus precios y se redujera el IVA, no todos teníamos acceso a esta medida de protección, bien fuera por su elevado precio, o por la falta de existencias en farmacias y supermercados.
Algunos vecinos sacaron patrones y elaboraron mascarillas caseras que, aunque no tuvieran homologación, sirvieron en un primer momento para protegernos del virus. Muchas personas las compartieron con sus vecinos a través del buzón.
Otros vecinos que trabajaban en el sector sanitario, como propietarios de clínicas privadas, odontológicas o de fisioterapia, compartieron solidariamente con sus vecinos las mascarillas quirúrgicas de las que disponían.
4.- Apoyo emocional para combatir la soledad no deseada:
La solidaridad vecinal no solamente consiste en proporcionar ayuda material ni hacer las tareas por nuestros vecinos, a veces ellos simplemente necesitan tener a alguien con quién hablar.
En Madrid surge un grupo vecinal llamado “COVID-19, no estás solo, habla” donde los vecinos del barrio podían expresar sus sentimientos y compartir sus experiencias.
También hay vecinos que se han puesto en contacto por iniciativa propia con aquellos vecinos que debido a la pandemia, no recibían visitas.
El momento de los aplausos a los sanitarios y trabajadores esenciales nos unió mucho, y no fue raro que nos animáramos a entablar conversación con nuestros vecinos de ventana a ventana. Incluso algunos niños aprovechaban la ocasión para compartir juegos desde la distancia.
5.- La tecnología al servicio de crear y mantener redes de apoyo:
Quienes no son muy amigos de las nuevas tecnologías, suelen decir que éstas nos hacen evadirnos y aislarnos de las demás personas, además de conducirnos por el camino del individualismo. Sin embargo, a lo largo del pasado 2020, en los duros momentos en los que no hemos podido estar al lado nuestros familiares y amigos que viven lejos, nos hemos dado cuenta de que la tecnología podría acercarnos a ellos.
A través de reuniones por videollamada, podíamos compartir experiencias como tomar un café o un aperitivo con amigos y familiares a los que no podíamos ver en persona, y de estos momentos no queríamos excluir a nuestros mayores por no tener tantas competencias digitales. Por eso han surgido iniciativas voluntarias para proporcionar dispositivos como tablets a las personas mayores que se encuentran en residencias y en sus domicilios, y para enseñarles a hacer uso de ellos, y que así no queden desconectados de su familia o amigos.
También han proliferado las aplicaciones y grupos virtuales de comunidades de vecinos y barrios, que permiten organizarse de distintas maneras para ayudar a aquellos que tenemos más cerca. En Prevent, desde la firme creencia de que una comunidad unida es más segura, hemos lanzado nuestra propia APP para poner en contacto a los vecinos entre sí, y con el administrador de fincas. De esta manera es fácil poder tratar temas de la comunidad desde el móvil sin riesgo de contagios, y promover la solidaridad entre los vecinos de nuestras comunidades
Casi todos coincidimos en los efectos positivos que este acercamiento a los vecinos ha tenido en nuestra vida, así que deseamos que no olvidemos este clima de solidaridad vecinal cuando, por fin, volvamos a la normalidad. Deseamos que en este año que empieza sigamos en contacto con nuestros vecinos y contemos con ellos para hacer nuestras vidas más sencillas y nuestros barrios más seguros y acogedores.