La figura del Administrador de Fincas, es realmente importante en una Comunidad de Propietarios. El buen funcionamiento de la finca dependerá en gran parte de haber seleccionado bien al Administrador de Fincas. Es frecuente en algunas comunidades de propietarios que su Administrador de Fincas no sea colegiado, por eso hoy, os vamos a contar cómo cambiar de Administrador a uno que nos de las máximas garantías para nuestra comunidad, el Administrador de Fincas Colegiado.
Lo primero que debemos hacer es convocar una Junta de Propietarios Extraordinaria. La Junta la podrá convocar el presidente o los propietarios, siempre que superen la cuarta parte del total o sus cuotas de participación sean de al menos el 25% tal y como indica la Ley de Propiedad Horizontal en el artículo 16.1.
En la convocatoria de la Junta, se debe indicar como punto del Orden del Día: “Cese del actual Administrador de Fincas y si procede, elección de uno nuevo”. El cese del Administrador de Fincas debe aprobarse con el voto de la mayoría del total de los propietarios que, a su vez, representen la mayoría de las cuotas de participación tal y como establece el artículo 17.7 de la Ley de Propiedad Horizontal.
Una vez aprobada válidamente la decisión en Junta de Propietarios y siempre que no exista un contrato en vigor con el Administrador de Fincas, se deberá cerrar el acta del acuerdo con las firmas del presidente y el secretario y comunicar la decisión por escrito al Administrador de Fincas saliente, con un mínimo de un mes de antelación a la fecha de cese (indicada en la comunicación).
En caso de que el contrato de mandato y arrendamiento de servicios suscrito entre la Comunidad de Vecinos y el Administrador de Fincas saliente siga en vigor, se deberá respetar el período de vigencia. En caso contrario, salvo que existan motivos objetivos que justifiquen su cancelación, se deberá indemnizar al Administrador de Fincas saliente con las mensualidades no percibidas por sus servicios hasta la finalización del contrato.
Se deberá fijar una fecha para el relevo en la gestión de la comunidad, en la que el Administrador de Fincas saliente deberá entregar al nuevo la documentación de la Comunidad de Propietarios y ponerle al día sobre los asuntos pendientes en la gestión de la finca.
Es entonces totalmente imprescindible contar con un Administrador de Fincas Colegiado, un profesional cuya dedicación y formación lo sitúan en unas condiciones óptimas para la gestión de las fincas y que además cuenta con el respaldo de una corporación de derecho público.