Antes de perpetrar un delito, los ladrones suelen estudiar qué puntos débiles de una vivienda les permitirían acceder sin ser detectados. Por lo tanto, es necesario que tú también conozcas esos puntos.
Os ayudamos a identificar estos puntos débiles en cuanto a seguridad en una casa, y en una Comunidad de Vecinos, y os recomendamos medidas de seguridad para que sean mucho más inaccesibles a los intrusos. ¡No te lo pierdas!
Puntos débiles para robos en casa:
Es importante conocer los puntos débiles de una vivienda si queremos evitar que los ladrones accedan para robar nuestros bienes. Del mismo modo, conocer medidas para reforzar la seguridad es de ayuda a la hora de convertir estos puntos débiles en inaccesibles para los ladrones.
Puerta:
Aunque parezca obvio, la puerta es el elemento por el que los ladrones o intrusos suelen entrar. La Unión de Cerrajeros Españoles asegura que el 80% de las cerraduras pierden su eficacia pasados 10 años. Los pisos en alquiler son especialmente vulnerables a los robos, por el trasiego de llaves entre inquilinos.
Los ladrones, antes de cometer un robo, suelen tomarse un tiempo para vigilar la casa. Así, suelen advertir si los habitantes de una vivienda cierran con llave al salir o si guardan alguna copia de las llaves en el exterior, bajo el felpudo o en alguna maceta próxima a la entrada.
Para que tu puerta sea más segura, debes tener en cuenta:
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La cerradura: Debe cambiarse con asiduidad, máximo cada 10 años. Pero también cada vez que cambiemos de empleados o inquilinos. Las cerraduras más seguras son las que tienen sistema anti bumping.
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La puerta: De nada servirá que la calidad de nuestra cerradura sea óptima si la puerta no es lo bastante segura. Las puertas más seguras son blindadas o acorazadas.
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Instalar una alarma en la entrada a casa: Este sistema avisará al usuario o a la central receptora de alarma si se produce una intrusión, además tiene un gran poder disuasorio.
Ventanas:
Cuando la puerta cuenta con medidas de seguridad suficientes, los ladrones pueden intentar acceder a través de las ventanas, aunque esto es mucho más difícil. Y es que entre los puntos débiles de una vivienda se encuentran estos accesos en segundo lugar.
Para entrar en una casa a través de la ventana, a no ser que la encuentren abierta, los ladrones deberán usar la fuerza o herramientas como palancas o sierras, por eso, estos robos suelen darse por las noches.
Algunos elementos que nos ayudarán a reforzar la seguridad de nuestras ventanas son:
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Cristales de seguridad: Un buen cristal de seguridad o blindado disuadirá a los ladrones, sin embargo, estos cristales no son compatibles con todos los cerramientos. Una forma de asegurar nuestras ventanas sin necesidad de cambiarlas integralmente es mediante láminas de seguridad para cristales.
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Cerramientos: Lo ideal es que la estructura de tus ventanas cuente con enrejado, sin una distancia vertical suficientemente amplia para que quepa una persona.
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Barrotes: es usual verlos en plantas bajas o pisos a pie de calle, sin embargo, teniendo en cuenta que los ladrones también acceden a los edificios a través de las azoteas, no sería descabellado utilizarlos en los áticos y plantas más altas.
Si no deseas sacrificar las vistas, existen barrotes abatibles, que permiten abrirse con llave desde el interior de casa.
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Persianas: Además de evitarla entrada de luz, las persianas pueden servir como medida de seguridad, si tienen una cerradura que permita bloquearlas desde dentro.
Terrazas y balcones:
Se pueden añadir medidas de seguridad para que en caso de que los ladrones consigan llegar a tu terraza o balcón a través de la azotea, no consigan entrar en la vivienda.
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Puertas de seguridad: Que sólo se puedan abrir desde el exterior de la vivienda mediante una llave.
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Sensores en la puerta o ventana: Conectados a la alarma de casa, alertarán si alguien intenta forzar la puerta o ventana.
No es conveniente dejar objetos de valor como bicicletas o equipos deportivos en las terrazas o balcones, ya que además de ser fáciles de sustraer, serán un reclamo para los ladrones.
Cerramientos exteriores o jardines:
En viviendas unifamiliares, el patio o jardín suele ser un punto ciego para la seguridad.
Es importante tener una valla o muro suficientemente alto a su alrededor, y no dejar en él demasiados elementos (grandes plantas sin podar) donde puedan esconderse los ladrones.
Para mejorar la seguridad de nuestro patio o jardín podemos incorporar:
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Buena iluminación: tendrá un efecto disuasorio, especialmente cuando las luces se activan mediante sensor de movimiento.
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Videovigilancia: las cámaras de seguridad, además de disuadir a los intrusos, captarán imágenes que podrán ser usadas como pruebas en caso de producirse una intrusión.
Puntos débiles en la comunidad de vecinos:
Cuando vivimos en un piso de un edificio comunitario o en una urbanización es importante que busquemos soluciones de seguridad compartidas. Los puntos débiles de una vivienda en este caso se amplían, incluyendo los posibles puntos débiles de toda la comunidad. Una vez que acceden a una de las viviendas es más fácil que puedan ir de una a otra.
Por una parte, porque es muy complicado que si una Comunidad de Propietarios es insegura, tu casa sí sea segura. Además, al compartir la adquisición de sistemas de seguridad con nuestros vecinos, podremos contratar soluciones de gran calidad gastando muy poco.
Portal:
En los edificios comunitarios, el portal es la zona por la que es más fácil llegar a la zona de viviendas. Las comunidades de vecinos son cada vez más grandes, y cada vez más vecinos viven de alquiler, esto hace que no siempre conozcamos a todos nuestros vecinos, y los intrusos puedan acceder por el portal sin levantar sospechas
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Cámaras de seguridad: El portal se considera un elemento común de la comunidad de propietarios, por lo tanto, está permitido instalar cámaras de videovigilancia con el acuerdo de los vecinos y cumpliendo con los requisitos de la Agencia Española de Protección de Datos.
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Puerta del portal: Como hemos visto, las cerraduras pasado un tiempo pierden su eficacia, por ello podemos buscar una alternativa a la llave tradicional, como acceso mediante tarjetas o dispositivos de proximidad, o mediante una aplicación móvil, que nos permitirán hacer un registro histórico de entradas y salidas.
Azotea:
Muchas veces cuidamos el acceso desde la entrada, pero descuidamos la entrada al edificio desde la azotea. Esto es un error, dado que, si la azotea es accesible desde los edificios que la rodean, los ladrones podrán entrar a nuestro edificio, con menos riesgo de ser descubiertos, ya que, en las plantas altas, el trasiego de vecinos es menor.
Para mejorar la seguridad de la azotea podemos implementar:
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Cerradura de seguridad: Es importante que sólo demos copias de la llave a los usuarios autorizados, y llevar un control de las nuevas copias que se realicen.
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Videovigilancia: Es importante que se notifique que la zona está videovigilada mediante carteles, además de para cumplir con la obligación establecida por la LOPD, para aumentar el poder de disuasión de nuestro sistema.
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Sensores: que podrán hacer saltar una alarma en caso de que los intrusos intenten forzar la puerta con una palanca.
Garaje y trasteros:
Los garajes son uno de los principales puntos débiles de una vivienda por los que los ladrones acceden para perpetrar sus robos, esto es porque las medidas de seguridad son escasas u obsoletas, o a descuidos de los usuarios, que los ladrones aprovechan para entrar a robar vehículos o acceder a la zona de trasteros o viviendas.
Para hacer nuestro garaje comunitario más seguro podemos tomar estas medidas:
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Iluminación: Una buena iluminación, con sensores de presencia, tendrá un gran efecto disuasorio, y hará que los ladrones no puedan esconderse si son sorprendidos por un vecino.
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Control de accesos: Un buen control de accesos se hará mediante dispositivos personalizados y cifrados, que se puedan anular en caso de pérdida, robo o cambio de inquilinos.
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Videovigilancia: Es importante que las cámaras de seguridad en garajes sean antivandálicas y cuenten con sistema anti-masking, ya que los ladrones suelen intentar sabotearlas.
Zonas verdes o ajardinadas:
No es tan habitual que estas zonas sean objetivo de los ladrones, ya que en ellas no hay elementos de valor, ni permiten un acceso directo a las viviendas. Sin embargo, estas zonas sufren frecuentemente actos de vandalismo como grafitis, ruptura de elementos por mal uso
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Videovigilancia: Nadie que comete una acción ilegal o lesiva quiere ser grabado.
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Control de accesos a las zonas deportivas: como piscinas, pistas de pádel… esto evitará que estas zonas sean usadas por intrusos o a deshoras.
Los puntos débiles de una vivienda para robos en casas dependerán en gran medida de cómo sea esta (casa unifamiliar, chalé adosado, ático, planta baja...) y donde esté ubicado (edificio comunitario, mancomunidad, urbanización…). Por ello es importante asesorarse con expertos de seguridad para encontrar la solución que mejor se adapte a las necesidades del espacio a proteger.