Ya son más de 50 las comunidades de vecinos en toda España que disponen de desfibrilador, un equipo que puede salvar la vida de cualquier vecino. Algo muy habitual en países como Estados Unidos o Japón y varios países Europeos. Entre los vecinos, aquellos de mayor edad y los que tienen hijos pequeños, son los que más valoran que el vecindario disponga de un desfibrilador y que varios de los vecinos estén preparados y formados para actuar ante una parada cardíaca.
En España, fallecen más de 30.000 personas al año por paradas cardio-respiratorias, muchas de estas, podrían ser salvadas aplicando un desfibrilador en los primeros 5 minutos.
Casi el 65 % de las muertes por paradas cardiacas son domiciliarias, lo que hace evidente la importancia de que estos equipos estén lo más accesibles posible dentro de las comunidades de vecinos. Los desfibriladores en comunidades de vecinos podrían llegar a salvar 3.000 vidas al año en España.
La presencia de un desfibrilador semi automático es fundamental para revertir una parada cardiaca o muerte súbita, actuar dentro de los 5 primeros minutos tras el suceso es vital, tiempo insuficiente para que los equipos de emergencia lleguen al suceso, la rápida actuación de los presentes es fundamental.
Al igual que los extintores, cuya instalación está obligada por Ley en los edificios construidos a partir del año 1996, los desfibriladores deberían estar accesibles para cualquier persona en caso de parada cardíaca. Las comunidades de vecinos, son lugares que en pocos años dispondrán de desfibriladores y seguramente será por normativa, mientras tanto, aquellas que adelanten su instalación, tendrán la posibilidad de ir salvando vidas. Cabe distinguir entre lo que es obligatorio y lo que es recomendable y la instalación de desfibriladores en comunidades de vecinos es recomendable.
Aquellas comunidades que disponen además de piscina, tienen muchas más opciones de tener situaciones de riesgo, hay que saber, que un desfibrilador puede revertir una parada cardíaca por ahogamiento en una piscina, además estos equipos funcionan tanto para adultos como para niños. Un desfibrilador semiautomático lo puede usar cualquier vecino con un mínimo de formación.
Las principal barrera para instalar desfibriladores en las comunidades de vecinos es el coste, pero un servicio básico de cardioprotección mediante el Proyecto Salvavidas tiene un pequeño coste mensual que incluye la formación de los vecinos, instalación del desfibrilador más avanzado y de más fácil uso en vitrina y mantenimiento del equipo, por lo que la instalación de desfibriladores es accesible a cualquier comunidad de vecinos, independientemente de su tamaño o poder adquisitivo.
Las comunidades de vecinos también pueden participar en la campaña de las pulseras salvavidas, de esta manera se implica a todos los vecinos que aportando una pequeña cantidad para la compra de pulseras, consiguen que la comunidad de vecinos tenga todo el equipamiento necesario.
Cabe recordar que todos estamos expuestos a sufrir una parada cardio respiratoria en cualquier momento de nuestras vidas, hasta ese momento, seguramente no pensemos en que un desfibrilador puede salvar nuestra vida…