A priori, el robo de correspondencia puede resultar una acción exclusiva del vecino “cotilla”, pero el robo de correspondencia suele tener otras motivaciones más peligrosas… Fundamentalmente, el robo de cartas tiene como objetivo la captación de datos personales (DNI, número de cuenta etc.) para cometer todo tipo de estafas por Internet y para dar de alta líneas telefónicas o créditos personales fraudulentos.
En muchos casos, quien roba los datos bancarios bien a través de la técnica de “phising” en Internet o haciéndose con correspondencia ajena en los portales de las comunidades de vecinos, no son los mismos que después comenten la estafa, son meros “captadores” de datos. Estos captadores de datos bancarios los venden a terceros que a través de pequeñas transferencias de dinero hacia un entramado de cuentas, mueven el dinero para sacarlo finalmente en efectivo.
Otra de las prácticas más habituales, es hacerse con teléfonos de alta gama. Con el nombre, DNI y número de cuenta del titular, con una simple llamada telefónica al operador pueden conseguir un teléfono móvil que, sin saberlo hasta que vea el cargo, pagará por plazos el vecino estafado.
Otra grave práctica muy extendida, es pedir microcréditos personales a empresas financieras con los datos obtenidos de la correspondencia.
DELITO PENADO CON HASTA 4 AÑOS DE CÁRCEL
Aunque robarle una carta al “del quinto” pueda resultar algo inocente, es un hecho realmente grave, pues supone un delito contra la intimidad. Hacerse con la correspondencia de los vecinos, es un delito tipificado en el artículo 197.1 del Código Penal con penas de cárcel de entre 1 y 4 años a quien “para descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro, sin su consentimiento, se apodere de sus papeles, cartas, mensajes de correo electrónico o cualesquiera otros documentos o efectos personales”
En todos los casos, prevalecerá la presunción de inocencia. Para poder denunciar a un vecino por este delito, será necesario recabar pruebas necesarias que demuestren los hechos, como imágenes de las cámaras de vigilancia o el testimonio de testigos válidos.
CONDENADO A 190 AÑOS DE CÁRCEL POR ROBAR LA CORRESPONDENCIA DE SUS VECINOS
José Manuel Fernández Castiñeiras, el presunto autor del robo del Códice Calixtino de la Catedral de Santiago, ha sido condenado recientemente a 190 años de cárcel por sustraer durante cinco años la correspondencia de 18 de sus vecinos en la localidad coruñesa de Ames.
La sentencia considera probado que robó la correspondencia de sus vecinos al menos entre el año 2007 y 2012 "con ánimo de conocer aspectos de la vida privada de algunos de sus vecinos del mismo inmueble y portal" y le considera autor de un total de 190 delitos contra la intimidad imponiéndole un año de prisión por cada uno de ellos, además de una multa de 410.400€
A pesar de la condena en sentencia en firme, no permanecerá encerrado en la cárcel más de tres años por este delito...