En muchas ocasiones ocurre que, tras sufrir robos o actos de vandalismo, algunos vecinos plantean la posibilidad de instalar cámaras en espacios como el portal, la escalera o el garaje de su edificio. Pero, ¿se pueden poner cámaras de seguridad en las zonas comunes? La respuesta es sí, aunque para hacerlo es necesario que se cumplan determinados requisitos.
Lo primero que se necesita para poder instalar un sistema de video-vigilancia en la comunidad, es que el proyecto sea aprobado en Junta . Para ello, deben votar a favor un mínimo de tres quintos de los propietarios. Por regla general, también es imprescindible que la instalación del sistema de vigilancia no suponga más de tres quintos de las cuotas comunitarias. Sin embargo, estos porcentajes pueden variar en función de lo que esté establecido en los Estatutos de la comunidad.
En el caso de que, tras la pertinente reunión, quede aprobada la instalación de cámaras, dicha aprobación debe constar en acta. El documento debe recoger, también, las características del sistema que se va a instalar y la localización de las cámaras.
¿Dónde se pueden colocar las cámaras?
Otro de los requisitos que se deben cumplir es que las cámaras estén colocadas de tal manera que no se recojan, en ningún momento, imágenes del interior de las viviendas, de la vía pública o de edificios o terrenos colindantes. Igualmente, queda prohibido instalar cámaras en lugares como baños o vestuarios y en las salas de descanso del personal de la comunidad, en el caso de que las haya.
También es obligatorio informar de que la zona está vigilada. Para ello, se deben instalar, en algún lugar visible, uno o varios carteles que indiquen que el edificio cuenta con video-vigilancia. En dichos carteles debe constar, por escrito, que la responsable de las grabaciones no es la empresa de seguridad, sino la comunidad de vecinos.
¿Quién podrá ver las imágenes y durante cuánto tiempo?
Para cumplir con la Ley de Protección de Datos, las grabaciones no pueden ser accesibles a cualquier persona que desee verlas. Será la comunidad de propietarios la que decida qué personas están autorizadas para visionar las imágenes, accediendo siempre a través de un usuario y una contraseña.
Además, la ley establece que las grabaciones no pueden almacenarse durante más de un mes. Esta norma, eso sí, cuenta con una excepción y es que se haya producido algún acto delictivo en la comunidad y que las imágenes grabadas sean necesarias para la investigación. En este caso, las grabaciones deberán ser puestas a disposición de las autoridades competentes en un plazo máximo de 72 horas.
