Disponer de una guía para administradores de fincas en la que se explique cómo actuar tras una catástrofe es útil para volver lo antes posible a la normalidad. Pese a los sucesos y su impacto humano, es indispensable mantener la calma y la tranquilidad, siempre comprendiendo la dureza de la situación. Para saber qué hacer, podemos tener presentes estas indicaciones.
Guía de inspección para administradores de fincas: lo que no debe faltar
Tras el impacto de una catástrofe, el administrador de fincas de una comunidad debe entrar en acción. Su papel es clave para ayudar a los vecinos en lo que necesiten, evaluar los daños que pudieran darse o contactar con las autoridades. A la hora de actuar, es fundamental mantener el orden y la tranquilidad, para lo que nos serán útiles las siguientes comprobaciones.
Comprobar el estado general del edificio, zonas comunes y exteriores.
La primera revisión que realizaremos será el estado del edificio, sus zonas comunes y los exteriores. El objetivo es determinar dónde se han producido daños y su alcance para luego tomar las decisiones oportunas. Prestaremos especial atención a la aparición de grietas, inclinaciones o humedades en paredes, columnas o vigas, así como si se han dado desprendimientos o existen materiales inestables.
Conviene evaluar las escaleras, ascensores, garajes, muros, mobiliario de los espacios comunes o incluso los árboles. Para facilitar el proceso, se recomienda apuntar los desperfectos que vayamos encontrando o aquello que resulte llamativo, siempre atendiendo a la naturaleza del desastre.
Inspección de sistemas críticos
En este apartado nos centraremos en tres sistemas: eléctrico, gas y tanto la traída como la evacuación de aguas. Todos ellos son fundamentales para el día a día, así que, si han sufrido daños o no funcionan correctamente, deben restablecerse cuanto antes. Tenemos que determinar si hay cables o tuberías expuestas, si hay fugas o el estado del suministro.
Además, verificaremos el funcionamiento básico de los sistemas, algo que podemos hacer directamente o consultando a los vecinos.
Evaluación del sistema de videovigilancia
La seguridad de los inquilinos debe mantenerse tras la catástrofe, ya que la posibilidad de que se produzcan robos no es descartable. Comprobar el sistema de videovigilancia es una de las obligaciones del administrador de fincas que no hay que olvidar. Se empezará por inspeccionar si las cámaras han sufrido daños, como cristales rotos o desplazamientos de sus posiciones originales.
También se comprobará el estado de la fuente de alimentación. En caso de que la electricidad no esté disponible, conviene utilizar un respaldo temporal, como un generador. El objetivo es mantener los equipos en funcionamiento hasta el restablecimiento del suministro.
Otras acciones que podemos llevar a cabo son pruebas de transmisión de vídeo, como verificar la calidad de la imagen o que la grabación se produce sin interrupciones.
Restablecimiento del control de accesos
Para restablecer el control, inspeccionaremos puertas y cerraduras centrándonos, como en anteriores casos, en los daños que hayan sufrido. Cabe destacar que, en situaciones como una riada, el riesgo de que los elementos electrónicos no funcionen es alto, porque el agua provoca cortocircuitos.
En lo referente a los sistemas electrónicos, como cerraduras, implementaremos medidas temporales para mantener la seguridad. Igualmente, no hay que olvidar la comprobación de las bases de datos para determinar si hay pérdida de información.
Guía para administradores de fincas tras una catástrofe.
Con esta guía para administradores de fincas, será más sencillo recuperar la normalidad. El trabajo debe ser exhaustivo y humano, lo que exige prestar atención a los inquilinos y resolver sus inquietudes. En Prevent ofrecemos apoyo para garantizar que las funciones de los administradores de fincas se cumplen de manera efectiva. Estamos listos para lo que necesite.