Según los últimos datos aportados por el Ministerio de Fomento, de los 26 millones de viviendas que forman el parque inmobiliario de nuestro país, 6,5 millones son no principales, es decir, que no se utilizan toda o la mayor parte del año como residencia habitual, sino que son empleadas de forma periódica o esporádica principalmente en vacaciones, verano o fines de semana. Pero lo que resulta verdaderamente sorprendente es que se estima que más de la mitad de este total, unos 3,5 millones de viviendas, se pueden considerar deshabitadas, ya que han permanecido desocupadas de forma continuada durante un tiempo prolongado. Motivos como la migración de las últimas décadas del campo a la ciudad, herencias familiares o viviendas de nueva construcción que todavía no han sido vendidas pueden ser la causa de este incremento de residencias desocupadas, que en muchas ocasiones provocan problemas en su entorno, debido a que su estado de deterioro, fruto del paso del tiempo y del abandono, las convierten en potencialmente inseguras. Para las compañías de seguros tienen la consideración de riesgo muy agravado, de ahí que sólo unas pocas ofrezcan amparo asegurador en determinadas condiciones. Las medidas de seguridad en la vivienda como alarma, cierres de seguridad y sensores ayudan a reducir el importe de la prima de seguro.
Aunque no exista la obligatoriedad legal de contratar un seguro de hogar para este tipo de viviendas, debemos ser conscientes de que el propietario siempre será civilmente responsable de los daños a terceros que la vivienda deshabitada pudiese ocasionar, existe una obligación moral por las ventajas que su aseguramiento reportan. Tener una propiedad siempre conlleva una responsabilidad, y en el caso de estas casas unifamiliares o en propiedad horizontal, en las que no se suele invertir en mantenimiento y mejora para reparar humedades, goteras, grietas en la pared o daños en el tejado, el riesgo de que un desprendimiento de elementos de la fachada pueda herir a un peatón o una tubería inunde la casa de un vecino es muy alto. De ocurrir alguno de estos accidentes en la casa vacía, la responsabilidad recaerá legalmente en el dueño del inmueble, que de no tener seguro de responsabilidad civil deberá hacer frente económicamente no solo a los desperfectos, sino a las posibles indemnizaciones reclamadas por los afectados. El Artículo 1902 del Código Civil establece que “el que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia, está obligado a reparar el daño causado”.
Por estos motivos, el seguro multirriesgo de hogar resulta imprescindible para toda vivienda deshabitada, ya que el propietario contará con las siguientes coberturas que protegerán su propiedad, su economía y le liberarán de posibles preocupaciones:
• Responsabilidad civil por daños a terceros, colindantes y contaminación accidental.
• Daños por incendio, humo, explosión y caída de rayo.
• Consecuencias de efectos meteorológicos como lluvia, viento, pedrisco, nieve, inundaciones, limpieza de barro y extracción de lodos.
• Daños eléctricos. Actos de vandalismo.
• Daños por agua, con localización y reparación.
• Defensa jurídica, pago de fianzas y reclamaciones.
• Cobertura del Consorcio de Compensación de Seguros, para casos de inundaciones, terrorismo, DANA, Ciclogénesis, Actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad entre otros.
Además, este tipo de seguros puede cubrir las pérdidas y daños ocasionados por robo, desperfectos o rotura de cristales, así como ser una herramienta muy útil para protegerse ante los gastos de una ocupación ilegal de la vivienda, gracias a la protección jurídica que brinda.
Como ejemplo de la utilidad del seguro en estos casos, hemos tenido en agosto del año pasado varios casos resueltos de clientes que tienen viviendas en la zona de Castilla y León, Castilla-La Mancha y en el mes de septiembre en el litoral mediterráneo, dañadas por efecto de la Depresión Aislada en Niveles Altos. Afortunadamente para ellos todos los desperfectos fueron atendidos por el Consorcio de Compensación de Seguros porque las pólizas estaban bien contratadas y al corriente de pago. Sabemos por ellos mismos que alguno de sus vecinos tuvo que atender de su bolsillo importantes desembolsos al carecer de seguro.
Subrayamos la importancia de informarse adecuadamente para encontrar la póliza que mejor se adapte a las necesidades personales del propietario y a las características particulares de la vivienda deshabitada, y por ello una correduría de seguros con experiencia es la mejor opción a la hora de contratar un buen seguro de hogar multirriesgo. Además de la venta resulta esencial la post-venta.