La seguridad para comunidades de vecinos en 2025 va a ser crucial. Empezar el año apostando por una mejora de los sistemas existentes o una instalación desde cero es un acierto. Al fin y al cabo, si no se tiene uno adecuado, ponemos en juego la tranquilidad y la convivencia de los residentes.
La búsqueda de la tranquilidad
En la comunidad de vecinos El Olivo llevaban sufriendo varios problemas de seguridad desde hacía unos meses. Se dieron daños en zonas comunes, se localizaron extraños merodeando por las instalaciones e, incluso, se vandalizaron vehículos. Como era de esperar, las quejas de los residentes no tardaron en llegar a oídos del presidente.
Este pensaba que la inseguridad era una exageración, ya que unos años antes se habían instalado cámaras en varios puntos. Sin embargo, la falta de mantenimiento y una iluminación perimetral deficiente las dejaron casi obsoletas. Su principal función, la disuasión, no parecía estar funcionando y las consecuencias estaban a la vista de todos. Al mismo tiempo, no disfrutaban de los beneficios del control de accesos moderno y las cerraduras eran fáciles de forzar.
Además, dado el creciente número de actos vandálicos, otras comunidades de vecinos cercanas decidieron actualizar sus sistemas. No querían sufrir los mismos daños que se habían producido en El Olivo.
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El cambio de mentalidad
El punto de inflexión llegó durante la Navidad de 2024. Mientras que las familias se preparaban para disfrutar de la cena de Nochebuena, un grupo de desconocidos consiguió entrar en el garaje. El resultado del ataque fue el robo de los enseres de varios trasteros, lo que colmó la paciencia de los vecinos.
A esto hay que sumar que las cámaras, muchas de ellas antiguas, habían capturado vídeos borrosos y mal enfocados. Es decir, no serían de gran utilidad a la hora de averiguar quiénes fueron los asaltantes. Tras el evento, el presidente reaccionó y convocó una reunión de urgencia para poner en común ideas.
Tras largas discusiones y consultar con el administrador de fincas de la comunidad, se llegó a una conclusión: efectuar una auditoría de seguridad. Gracias a ella, se evaluarían las vulnerabilidades de los edificios, el estado de los actuales sistemas y las necesidades de los propios residentes. Así, se podrían llevar a cabo unos cambios en profundidad que acabaran de raíz con los actos vandálicos.
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Un sistema actualizado y más eficiente
Pese a las fiestas, las decisiones se tomaron con rapidez y El Olivo optó por una solución integral que aprovechara las mejoras en los sistemas de videovigilancia para comunidades de los últimos años. Se cambiaron las cámaras viejas por unas nuevas. Todo ello realizado de forma estratégica, para que no se diesen puntos muertos y para que su función disuasoria surtiese efecto.
Junto con esto, se buscó un control de acceso más robusto que las llaves de toda la vida. Luego se dispusieron luces LED en zonas estratégicas para cubrir puntos ciegos y mejorar la iluminación en todo el perímetro.
Tras todos los cambios, las vulnerabilidades desaparecieron y la disuasión comenzó a hacer efecto. Se intentó un segundo asalto, pero las cámaras detectaron rápidamente al intruso y las fuerzas del orden pudieron atraparlo con rapidez. De este modo, quienes estuvieran interesados en entrar por la fuerza en El Olivo se lo tendrían que pensar dos veces debido al sistema de protección vecinal existente.
Todo lo anterior podemos hacerlo en tu comunidad de vecinos
Potenciar la seguridad para comunidades de vecinos en 2025 es esencial para evitar sobresaltos. A la hora de poner fin a los asaltos o a la amenaza de ellos, debemos actuar con rapidez.
En Prevent aportamos nuestro know-how de más de 20 años de experiencia para ofreceros la mejor solución. Somos expertos en seguridad para comunidades de vecinos con el número de homologación en la Dirección General de Policía 3182. No te conformes con menos.